Capitulo 9 EXTRAÑAMENTE HERMOSO

 




Tres días habían transcurrido desde que el demonio y la joven ama de la casa Bladewoods se habían internado en el bosque de Deán; se encontraban acampando a orillas de un rio con aguas cristalinas.

Perfecto para llenar las vasijas que ya se encontraban vacías y reponer energías para seguir con su viaje. Todo estaba tranquilo, comenzaba anochecer, y con el manto nocturno las criaturas de la oscuridad salieron nuevamente.

El sonido de los animales activos a esas horas era agradable para los dos, pero una brisa fría recorrió el bosque y en un parpadeo los animales callaron. Un escalofrió se presentó en la columna vertebral dela chica dejando todos sus sentidos alerta.

Azazel no tardó en ponerse frente a la chica para protegerla de aquello que se acercaba cada vez más hacia ellos, sentían la adrenalina en sus cuerpos a cada segundo que pasaba, aun así mantuvieron la calma y esperaron en silencio. Enormes estruendos se escuchaban; y conforme los segundos pasaban eran tan fuertes que las piernas de la joven fallaron por un instante y sin poder hacer nada; cerró sus ojos con fuerza para recibir el golpe por la caída, el cual nunca llegó. Lentamente abrió los ojos al sentir como unos fuertes brazos la sostenían firme pero cuidadosamente para no dañarla.

Miró al albino, el cual estaba atento a cada movimiento entre la vegetación, el ambiente se tensó aún más. La joven sabía que él era fuerte, tal vez más que el mismísimo Lucius, pero aun así, no sabían cómo era o que tan fuerte podría llegar a ser el enemigo que tal vez ya los tenía en la mira.

Una presión se hizo presente en la atmosfera, la joven no podía respirar debido al peso de la energía, no había nadie o al menos no a la vista, pero se sentía su presencia y la mirada constante de un ser peligroso, esperando al acecho.

-¿Quién eres? (Preguntó el albino sin mostrar emoción alguna). Éste lugar no te pertenece.(Miró a su alrededor con calma pero alerta).

-¿Aaah? (Miró a Azazel buscando una respuesta a sus acciones)- A…za…

-Calla… (interrumpió a la joven sin mirarla). - El escucha; y si sabe algo de nosotros puede usar algo en nuestra contra.- (Susurró de manera discreta pero audible)

La mujer se sobresaltó un poco ante las palabras del que aun la mantenía en brazos; y este, no tardó nada en darse cuenta de las emociones que había causado en ella. Sabía que estaba atemorizada y en cierto modo eso le incomodaba, sentía que era como si le gritaran en el rostro que él era débil, que no era apto para protegerla, que no era capaz de cumplir sus promesas y eso realmente si le molestaba.

(Frunció el ceño un poco mostrando incomodidad)

-Descuida… (Dijo obteniendo toda la atención de la joven)

- Mientras yo esté en este mundo, nada podrá dañarte.(La miró a los ojos por unos instantes aferrándola más a su pecho)

Prometí que te protegería mientras el viejo y su mujer gruñona no estén con nosotros.(Una sonrisa de lado apareció fugazmente en el rostro pálido de el joven para después volver a su forma habitual)

(Asintió en modo de afirmación ante las palabras del albino; a la vez que nuevamente el sonrojo volvía a hacerse presenté como en la posada) - Sé que no mientes, por eso, confió en ti.(sonrío)

Una neblina oscura se hizo presente por unos instantes, comenzó rodeándolos poco a poco, toda el área quedo en completa oscuridad al grado de que las estrellas que hasta hace unos segundos eran visibles desaparecieron. El frio aumentó de manera que la joven comenzó a temblar, un gruñido se escuchó y la joven se estremeció por el temor que ya comenzaba a invadirla nuevamente.

-He dicho… ¿Quién eres? (Habló de nuevo pero con tono autoritario)

El gruñido se escuchaba ahora más fuerte, y de un momento a otro la neblina y toda la energía maligna que los rodeaba desapareció. Azazel soltó a Karui para que esta pudiera ponerse en pie.

-Me alegro de que estén bien (Habló lo que parecía ser un hombre alto detrás de los arboles)

-Esa criatura es peligrosa; merodea por el área alimentándose de todo lo que encuentra a su paso.(Comentó aun sin salir de entre los arboles)

-¿Cuál es tu nombre? y ¿qué haces en el bosque de los humanos? ( Preguntó desconfiado y tomando del brazo a la chica para dejarla detrás de el)

- sal de ahí y ven. (Ordenó frio sin apartar su vista del hombre)

Karui permanecía en silencio, sabía que el demonio podía encargarse solo, aunque seguía intrigada por lo que había ocurrido, creía que era mejor esperar. El hombre pensó por unos minutos sobre si salir de detrás de los árboles.

-Saldré; pero por favor, no se asusten. (Comentó saliendo lentamente con las manos en alto para que los dos puedan verlo)

-No soy su enemigo; y no les are daño.

Con cada paso del extraño, ambos se daban cuenta de que no era humano, Karui lo miró completamente; apreciando con algo de temor cada detalle del cuerpo del ser que tenían ya frente a frente, este tenía un rostro muy varonil, con cabellera larga color marrón claro, su tonalidad de piel era canela clara y su torso estaba desnudo dejando ver su cuerpo marcado, de la cintura hacia abajo poseía el cuerpo de un caballo color marrón claro también haciendo juego con su cabellera y en el área de la cabeza unas astas enormes.

 Traía colgado del hombro un arco grande mientras que en los límites de su cuerpo humano y animal portaba un cinturón grueso de piel color negro con el bolso para sus flechas. En sus hombros y brazos tenia protectores de metal reluciente con algunos rasguños marcados levemente.

 Los ojos de la joven se abrieron tanto por la impresión, no creía lo que miraba. Por otro lado; Azazel, lo miraba serio, con algo de molestia, lo examinaba con la vista. Sabía que no tenían armas para , en caso de que el centauro fuera peligroso. Pero no le molestaba eso, de hecho, creía que de ser necesario pelear, sería un buen entrenamiento para ir recuperando sus fuerzas más rápido. En cualquier caso sabía que le darían batalla y eso le agradaba ya que no cualquiera lo divertía a la hora de entrenar.

-No has contestado a mis preguntas. (habló tranquilo pero serio con la joven detrás de Él aun)

-Bueno, al menos podemos presentarnos ¿no lo creen? (trató de mostrar una sonrisa algo forzada por lo incomodo de la situación)

- Mi nombre es Aristo, soy un centauro, como se podrán dar cuenta. (Extendió su mano en forma de saludo frente a Azazel pero este no la tomó)

- Je, entiendo; no confíes en seres del bosque, es bueno que sean precavidos, pero enserio, no les are daño.

-aunque lo intentaras no podrías (comentó con desinterés mirando a la joven que ya está más calmada y a su lado esta vez)

-Eres, hermoso… (dijo la joven aun sorprendida y emocionada por poder ver por primera vez seres mitológicos que solo conocía en cuento y libros)

(se ruborizó un poco)- ¿Aaah? gracias, es decir, no me habían dicho eso en mucho tiempo, je, pero gracias (sonrió de manera amigable y sincera esta vez estrechando su mano con la de la joven)

-perdone mis modales de niña malcriada, pero es que es la primera vez que veo a alguien como usted o, bueno más bien es la primera vez que veo algo que no sea común entre los humanos y así… (Se encogió de hombros un poco apenada)

-No se preocupe mi lady… (inclinó sus patas delanteras haciendo una reverencia mientras sonreía )

-Es normal, solo hay dos maneras en las que los humanos pueden reaccionar, una es como usted ha reaccionado y la otra, bueno es como la mayoría de los de su especie han reaccionado hasta ahora. (La doncella lo miraba esperando que terminara de hablar )

Azazel al mirar la escena no dice nada, solo se da media vuelta para acercarse a la fogata que ya comenzaba a extinguirse.

- ja, (eres hermoso) (imitó la voz de Karui en su mente mientras gruñía un poco)

🤔(hay criaturas más bellas que un centauro con rasgos de elfo, si se emociona por algo como esto no quiero ni imaginar cómo se pondrá si llega a ver a una ninfa o sirena)🤔 (Rodó un poco los ojos para después mirar al centauro)

- asustados.

(Ambos voltearon hacia el albino esta vez sin entender nada por estar en su pequeña platica) -, es así como reaccionan, o ¿no? ( lo miró arqueando una ceja aun serio)

(Agachó la mirada al ver que la joven lo observaba esperando su respuesta intrigada)

- Así es, muchos humanos al vernos, se asustan y gritan, algunos nos atacan y otros, simplemente se alejan, aunque el tratado de paz este, nos siguen tratando como monstruos. (hizo una pausa pensando en sus palabras)

-Eso a muchos de los nuestros les molesta, pero no hacen nada por el tratado de paz- (volteó a verlos)

-¿enserio no hacen nada?- lo mira de manera intimidante el albino- ¿ni siquiera matar a jóvenes que se internan en el bosque por el lado este?-mantiene firme su mirada tratando de encontrar algo que delate a la criatura-

-ni si quiera eso- dice convencido de lo que cree- se a que se refieren, la humana que hace tiempo estuvo desaparecida. Escuchamos de ella, era amiga de uno de los nuestros, él fue quien la miro por última vez. Si quieren respuestas él podría dárselas, pero sería en nuestra villa, es más adentro del bosque.

-La joven se acercó a su acompañante.-quiero saber que paso con esa chica, siento que no es justo, ni para ella ni para sus familiares. Quiero ayudarles a los del pueblo.-lo mira esperando que conteste-

-debemos alejarnos de los pueblos-mira al centauro y después vuelve su vista hacia la joven- no deberíamos hacer nada con respecto al asesinato de esa humana, no es nuestro asunto, podría ser peligroso y debo protegerte, si te involucras estarás expuesta, ¿eso quieres?

-no es que quiera darte más trabajo, pero entiende que quiero ayudar, sé que para ti es solo pérdida de tiempo pero…-la interrumpe-

-bien muévete-dice serrando los ojos y dando un suspiro pesado- será bueno desaparecer de los territorios humanos por un tiempo hasta que el viejo y la mujer vuelvan o se comuniquen con nosotros-abre los ojos mientras comienza a caminar para recoger las pertenencias de ambos en la carreta y después seguir a Aristo- si se les ocurre atacarnos- Mira fijamente al centauro- matare a todos sin excepción- sentencia por ultimo en tono frio e intimidante para dejar claro que no hay ni una pizca de mentira o remordimiento en sus palabras-

Tales acciones y palabras lograron su cometido; ya que el centauro trago en seco por el comentario del albino, como pudo intento disimular su nerviosismo para comenzar a guiarlos hasta la villa.

Los dos jóvenes le intrigaban al ser, pero lo que más le intrigaba era ver la confianza con la que la chica trataba al joven; sabía que no era un hombre normal, un aura maligna lo rodeaba, se atrevía a pensar que aún mas que el aura del ser que se dedicaba a matar a las doncellas de los pueblos cercanos, eso le causaba temor pero trataría de no demostrarlo. Ya tendría tiempo para pensar en eso y hablarlo con los miembros del consejo de los centauros, ya que sabría que causarían curiosidad y dudas entre los seres mitológicos.

“Cuatro días después de haberse encontrado con Aristo”

¿Cuánto más dices que falta?-pregunta con la voz entrecortada la joven ama por haber estado caminando tanto tiempo- ¿podemos descansar un poco, al menos?- comenta sentándose en un tronco caído-

-je, no se preocupen, de hecho ya llegamos- sonríe ampliamente- solo dejen que habrá la puerta- comienza a caminar hacia un gran árbol de roble, el árbol demostraba la antigüedad y los años que poseía en sus raíces que sobresalían de la tierra-

- at døren vil åpne for å nå det ukjente – dice el centauro frente al enorme roble-

Destellos de luz comienzan a hacerse presentes sobre la madera formando una puerta de runas antiguas y la madera que se encuentra dentro de la luz desaparece para mostrar una superficie de agua cristalina que por más que estuviese en ángulo vertical esta no se derramaba por las raíces, si no que permanecía dentro de la luz.

El centauro entra por el portal desapareciendo en este para segundos después solo sacar la mano haciendo señas para que los dos jóvenes entraran siguiéndolo. Azazel cargo a la joven ama y tomo las riendas del caballo que jalaba de la carreta para cargar con sus pertenencias, sin prisa alguna se detuvo frente al portal y miro a la joven.

-descuida, si algo malo ocurre yo me are cargo de todo- comenta al ver inseguridad en la chica-

-sonríe y acuna su cabeza en el regazo del albino- cierto, sé que tú me protegerás-cierra los ojos con una sonrisa-

Al ver la acción de Karui, Azazel no pudo evitar sonreír también, como si la sonrisa de la chica fuera contagiosa pero agradable.

-esta chica es interesante-

 Con ese pensamiento el albino camino atravesando el portal junto con el caballo y la carreta para que segundos después el portal se serrara completamente dejando a la vista nuevamente un árbol enorme cualquiera, al menos para la vista humana.



Aristo el centauro.

 

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